Las familias multiespecie, una tendencia que llegó para quedarse

Ya con el paso del tiempo, Occidente dejó de verlos como maestros y empezó a mirarlos como subordinados, experimentando y utilizándolos como material de estudio para su propio provecho o alimento indiscriminado. Sin embargo, son muchas las personas que mantienen vínculos afectivos con ellos, siendo hoy parte de lo que se conoce como familias multiespecie, en las que estos son como cualquier otro miembro humano del grupo.

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Varios son los vínculos que se generan con los perros o gatos.

Fotografía por: Pixabay

Las mascotas son buenas para la salud de sus propietarios

Evidencias científicas modernas revelan que cuando un enfermo juega o acaricia a su mascota hay una mejoría evidente en su estado de ánimo. Un estudio demostró, por ejemplo, que después de una interacción positiva con perros o gatos aumentan los niveles de betaendorfina, oxitocina y dopamina (las hormonas que producen una sensación de bienestar), tanto en seres humanos como en animales.

Este juego también disminuye los niveles de cortisol, la hormona del estrés en las personas, y contribuye a menguar el dolor de los enfermos. Otra investigación comparó a pacientes que estuvieron sentados en silencio durante 20 minutos con otros que pasaron el mismo tiempo acompañados e interactuando con una mascota. Los primeros sintieron cuatro veces más dolor que los segundos.

Es conveniente precisar que las mascotas no contribuyen al riesgo de infección, obviamente si se siguen las recomendaciones que da el veterinario sobre higiene.

Sin hablar solo de enfermedades y enfermos, las mascotas son una compañía maravillosa a cualquier edad. En los niños estimulan el juego y alimentan el papel de cuidar y proteger, que es esencial en los humanos. Luego actúan como compañeros de ejercicio y exaltadores del amor compasivo, y se convierten en motivadores de vida. A los adultos mayores solitarios les evitan la depresión por el aislamiento, pues tienen su aliado y compañero fiel y amoroso.

En esencia, una compañía de amigos “no humanos” manifiesta los beneficios del amor que es correspondido, demostrando todas sus bondades que cualquiera puede disfrutar.

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Autor del texto: Santiago Rojas Posada.