Lluvia dorada, una fantasía sexual secreta que muchos disfrutan

La sexualidad puede llegar a ser tan diversa que a veces no llegaos a conocer todas sus prácticas, sin embargo, hay algunas que resultan más curiosas o extravagantes que otras, especialmente cuando hablamos de fetiches, aquí es cuando llega la lluvia dorada, que por encima puede sonar muy inocente, casi elegante, pero de entrada, a muchos les puede incluso a causar impresión o desagrado.

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Al saber que esta práctica es sexual se te podría ocurrir que se trata de rociar a tu pareja con champaña, oro o inclusive rayos de sol, pero nada de eso, se trata de la urolagnia, una fantasía sexual que muchos disfrutan en su intimidad.

¿Qué es la lluvia dorada?

La lluvia dorada es considerada otra parafilia sexual, hace referencia al acto que provoca placer cuando se orina a la pareja o ser orinada por ella (o él). Como te podrás imaginar, puede haber diversos niveles, desde el placer que puede generar olerla, hasta llegar a saborearla en la boca y beberla.

Si hablamos de un nivel intermedio, puede ser el impacto táctil de sentir el líquido caer sobre la piel y cualquier parte del cuerpo, por ejemplo, orinar sobre el rostro o los genitales de la otra persona, o el acto de exhibición que es orinar en público, o también está la parte voyeurista de la historia, o sea, ver orinar a alguien más.

A veces este fetiche llega a límites que alcanzan la zoofilia, entonces hay personas que pueden sentirse estimuladas al ver o ser orinados por animales, algo que evidentemente se sale de lo tradicional o convencional.

“Como bien se describe en las fuentes, la lluvia dorada es una de las parafilias sexuales que involucran juego recíproco de poder y sumisión donde un miembro de la pareja es el dominante o activo y el otro, el dominado o pasivo. Esta situación se da incluso en los animales, que marcan su territorio con orina para ahuyentar a sus enemigos o atraer una pareja”, explica Wendy Rodríguez, una psicóloga experta en este tipo de temas.

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¿Por qué genera placer la lluvia dorada?

Como ya decíamos, el foco del placer de esta parafilia está en el contacto de los sentidos con la orina, entonces aquellos que se sienten excitados por esto tienen que olerla, tocarla o beberla.

Si bien se cataloga como parafilia, la urolagnia no tiene que ser vista como algo “prohibido” o que esté mal, ni mucho menos sea ilegal, aunque la sociedad conservadora pueda indicar lo contrario.

“Además, mientras algo consensuado que transgreda los derechos de terceros, tampoco hay razón para andar juzgando a nadie por practicarla”, menciona Rodríguez. De todas maneras, es necesario prestar atención especial por la connotación sanitaria y otros peligros que pueden llegar a ocurrir.

Los riesgos de practicar la lluvia dorada

Evidentemente jugar con la orina no es lo más higiénico en el mundo, la orina contiene un alto grado de baterías, similar o mayor al que puede tener la saliva, sin embargo, no es necesario estigmatizar, pues puede ser igual de higiénico que darse un beso en la orina.

Más allá de eso, es necesario tener presente que por la orina se pueden trasmitir enfermedades o infecciones de la uretra o vejiga, como la hepatitis A o B, en caso de que uno de los participantes sea portador.