¡Aprende a preparar este delicioso cheescake con solo 3 ingredientes!

El cheescake tiene sus orígenes siglos atrás.

Fotografía por: Pixabay

Este clásico postre gana su fama por ser sencillo y delicioso, y porque tiene como principal ingrediente el queso, uno de los más antiguos alimentos de la humanidad.

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Pocos creen que este postre sea tan antiguo, e incluso lo asocian con la cultura norteamericana, porque su versión más reciente fue modificada en Estados Unidos por William Lawrence, pero no es su origen.

Se cree que las primeras versiones de tarta de queso pudieron ser preparadas por primera vez en Grecia, y algunos historiadores afirman que un alimento muy similar era servido a los atletas en las primeras olimpadas, que datan de 776 años A.C.

Sin embargo, solo se puede realmente trazar su origen tan lejos como los 2000 años A.C., pues solo hasta ese entonces se han encontrado moldes de queso.

Alan Davidson, el autor de la enciclopedia Oxford Companion to Food afirma que el cheescake fue mencionado alrededor de 200 A.C. en escritos del político, militar y escritor romano Catón el Viejo, en donde describía una tarta griega de queso con resultados “muy similares a los del cheescake moderno”.

Los romanos gozaron del postre y lo difundieron por Europa, siglos después se conoció en América, cuando en el siglo XIX el quesero William Lawrence preparó por accidente el queso crema, mientras intentaba preparar un queso francés.

Es así como todas las tradiciones se encuentran para darnos un postre de textura suave y esponjosa, ideal para ser acompañamiento del café o el postre del almuerzo (y como no necesita horno es muy fácil de preparar).

Ingredientes:

• Queso crema – 250 gramos
• Leche condensada – (1 lata de 359 ml)
• Galletas tipo ‘María’ o similares – 15/20 unidades
• Frutas como arándanos o fresas al gusto (opcional)

Preparación

1. En un recipiente, separa el queso con un tenedor y bate con una batidora. Así lograrás que tenga mejor textura para mezclar la leche condensada.

2. Añade la leche condensada y mezcla con un utensilio o con la batidora hasta que esté homogéneo.

3. Pon en una bolsa las galletas y rómpelas con ayuda de un utensilio o si tienes un mortero úsalo para que queden migas.

4. Pon una capa uniforme de galletas en la base del molde. Puedes también ponerlo en la parte externa del borde, para esto necesitarás unas 10 galletas más.

5. Vierte sobre las galletas la mezcla de queso crema.

6. Refrigera en la nevera alrededor de 3 horas. Puedes decorar con mermelada del sabor que desees o arandanos y frutas rojas como fresas, frambuesas y moras.

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