Diez mitos y verdades del café

En el Día Nacional del Café despeja tus dudas sobre esta deliciosa bebida.

Por Redacción Gastronomía

27 de junio de 2016

Diez mitos y verdades del café
Diez mitos y verdades del café

La doctora Gloria María Agudelo, nutricionista Dietista de la Universidad de Antioquia, experta en nutrición, enfermedades cardiovasculares, entre otros temas, habla sobre algunos de los mitos que han surgido alrededor de esta bebida:

¿Qué tan cierto es que el café produce gastritis?

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La asociación del consumo de café como causa de gastritis más que ser una realidad, es un mito. La evidencia científica basada en diferentes estudios poblacionales, señala que el café no es un factor de riesgo para que una persona desarrolle gastritis, como tampoco reflujo gastroesofágico o úlceras pépticas. Lo que sí es importante tener presente es que una vez diagnosticada la gastritis o cualquier enfermedad del tracto digestivo en un paciente, es necesario evaluar su tolerancia individual a consumir café. Algunos pacientes pueden aumentar la sintomatología cuando lo hacen, en cuyo caso la recomendación es disminuir la cantidad, utilizar un café sin cafeína o un café en el cual se haya neutralizado la acidez. Si el paciente no relata aumento en la sintomatología al consumo de café no hay razón para eliminarlo de su dieta.

¿Es el café una bebida digestiva?

El consumo de café luego de una comida principal ha sido asociado a una sensación de bienestar y confort digestivo, debido al efecto de la cafeína sobre el sistema nervioso central. No obstante, la evidencia científica no ha demostrado que el café tenga puntualmente un efecto digestivo.

¿Es recomendable tomar café durante el embarazo?

Es un tema de controversia a pesar de ser muy estudiado. Estudios han demostrado que el consumo de café en cantidades moderadas no se asocia al riesgo de aborto espontáneo, muerte súbita del lactante, tampoco al bajo peso al nacer ni a la infertilidad.

¿Es cierto que el café es adictivo?

El café este momento está reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y por la Food and Drugs Administration (FDA), que es la oficina de alimentos y drogas de Estados Unidos, como una bebida no adictiva. 

A pesar de haberse reportado síndrome de abstinencia en personas consumidoras habituales de café con síntomas como dolores de cabeza, irritabilidad y de fatiga, estos se han resolvido por si solos entre las 36 y 48 horas siguientes de abandonar la bebida. Razón de más para confirmar que el café no es una sustancia adictiva. 

¿Qué ventajas tiene el café para la salud?

La percepción del consumo de café y la salud ha cambiado. El café no es solo cafeína, es una bebida muy compleja en la que se han identificado muchas sustancias. Diferentes estudios han comprobado que es una fuente natural de antioxidantes, específicamente los ácidos clorogénicos, los cuales son absorbidos y aprovechados por el organismo. Estos ácidos juntos con los que el organismo produce, ayudan a hacer frente al estrés oxidativo, condición asociada a enfermedades crónicas como el cáncer, la enfermedad cardiovascular y la diabetes.

Por lo anterior el café, además de sus características de aroma y sabor, se considera fuente de antioxidantes, que consumido en cantidades moderadas y con una adecuada preparación (la recomendación es que sea filtrado, y con la menor cantidad de azúcar o de agua de panela), puede hacer parte de una alimentación saludable y contribuir a la salud. En estas condiciones, la evidencia científica muestra que no tiene efectos negativos en la salud cardiovascular, que contribuye a disminuir el riesgo de diabetes, algunos tipos de cáncer y en general, a una menor mortalidad.

¿El café es perjudicial para los niños?

Los niños por estar en etapa de crecimiento, deben tener una alimentación equilibrada, variada, balanceada y suficiente que cubra todas sus necesidades, entre otros nutrientes, los de proteína, calcio, hierro y vitaminas.

En Colombia, en la encuesta de Frecuencia de Consumo de Alimentos del 2010, mostró que aproximadamente la edad de inicio está por los 5 años. La evidencia hoy no muestra que el café en los niños y adolescentes genere una disminución en la absorción del calcio o del hierro, micronutrientes muy importantes en las etapas de crecimiento y de desarrollo.

Los niños toman cafeína en forma temprana a partir de otras fuentes diferentes al café como las bebidas colas y las bebidas energizantes.
Por ser una etapa de la vida de crecimiento y desarrollo rápido, la recomendación es asegurar que los niños tengan una alimentación balanceada, variada y equilibrada para satisfacer sus requerimientos de energía y nutrientes. Aunque no hay una edad definida para comenzar el consumo de café en los niños, y esta bebida no hace parte de sus hábitos alimentarios, se podría iniciar con pequeñas cantidades en la etapa escolar como saborizante de la leche, por ejemplo, el café con leche como una bebida caliente o fría para el desayuno. Otras presentaciones de la bebida como el cappuccino, el frappé, el latte, entre otros, podrían ser incluidas pues la cantidad de cafeína es baja.

¿El café engorda?

El café es una bebida que no aporta calorías. Cuando para endulzarlo se prepara en agua de panela o se le adiciona azúcar, aporta calorías que hay que considerar, y en exceso podrían representar un aporte extra.

¿Es cierto que el café produce celulitis?

No hay evidencia científica que asocie al café o a la cafeína con la aparición de celulitis. Creo más bien que son experiencias anecdóticas e individuales.

¿Es cierto que el café afecta el rendimiento físico?

Lo afecta positivamente. Así lo muestra la evidencia. El consumo de café ha mostrado mejorar la capacidad de atención, de concentración, el rendimiento en el trabajo y en general su consumo se asocia con una sensación de bienestar. El efecto es atribuido a la cafeína, específicamente por su acción sobre receptores cerebrales.

¿En qué circunstancias se debe restringir el café?

Cada individuo tiene unas condiciones tan particulares que hacen diferente la respuesta al consumo del café y en especial de la cafeína, por ejemplo, el peso corporal, la condición física, la frecuencia y cantidad del consumo; influyen también la variedad del grano, el tipo de molienda y procesamiento y finalmente el método de preparación.

Si una persona dice “yo no puedo tomar café porque me produce insomnio”, nadie más que esa persona conoce su sensibilidad y en este caso, la recomendación se orientará a los horarios en los que puede consumir café sin que altere su patón de sueño. En el caso de pacientes con diagnóstico de enfermedad gastrointestinales, si hay síntomas que aumentan el consumo de café, se orientará al paciente a disminuir las dosis consumidas, cambiar por un producto sin cafeína o eliminarlo de su dieta si definitivamente no lo tolera.

Si no hay intolerancias ni síntomas asociados a su consumo, no hay razón para eliminar el consumo de café, siempre y cuando se cumplan las recomendaciones respecto a la preparación (filtrado), cantidades moderadas (4 a 6 pocillos/día – 100 ml de agua por 6 g de café) y preferiblemente sin azúcar o en mínimas cantidades.

Por Redacción Gastronomía

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