La ruta del whisky, una aventura para vivir antes de morir

Escocia me recibió junto a otros 14 colombianos, entre ellos, tres periodistas y 11 meseros ganadores del primer Masters of Taste realizado por Diageo, para vivir una experiencia única. ¡Welcome to Scotland!

Por Catalina García

19 de octubre de 2015

La ruta del whisky, una aventura para vivir antes de morir
La ruta del whisky una aventura para vivir antes de morir

La ruta del whisky una aventura para vivir antes de morir

Primera parada: Edimburgo. Una tarde fría pero muy soleada. Antes de dar inicio a la famosa ruta del whisky pasamos por la capital hospedándonos en el hotel G&V Royal Mile que perteneció durante años a la familia Missoni, pero que a raíz de la muerte de Vittorio Missoni, heredero del imperio de moda, fue vendido. Sus instalaciones guardan la esencia de la familia, ya que en su interior aún se conservan bellísimas ilustraciones que evidencian la evolución del típico traje escocés.

Comenzamos el día muy temprano con una travesía que comprendía las destilerías que elaboran whisky de malta, ubicadas en las tierras altas de Escocia. Iniciamos el recorrido rodeados de increíbles paisajes y montañas pintadas de color morado gracias a los brezales, planta típica que crece en esta época del año. El camino contó también con “más ovejas que personas” en palabras de nuestra intérprete y guía, Rosana Caffiero Lambie. Y no se equivocó.

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Beautiful landscape of scottish nature}

Los escoceses usaban los brezales, extensiones de esta planta que cubre las montañas de morado, para elaborar colchones y cobijas.

 

A eso de las 10 llegamos a la destilería Dalwhinnie, una de las mayores de Escocia, con 118 años de historia y ubicada justo al norte de Drumochter. El whisky que lleva su mismo nombre, es uno de los más puros y preferido por expertos, gracias a su sabor dulce con tonalidades ahumadas. Nos esperaba Paul, serio y algo parco. Y es que tener en un mismo sitio a 15 colombianos hablando duro y celebrando hasta la corrida de un catre, no es usual para los ingleses. Sin embargo, cuando el tour por Dalwhinnie comenzó, Paul iba tomando confianza hasta que logramos sacarle una leve sonrisa por algún  chiste.

Recorrimos cada una de las estaciones que muestran el paso a paso de la producción de este tipo de whisky de quince años, que contiene tres ingredientes claves: cebada, agua y levadura. Llegó el momento de guardar la cámara y desconectarse de sus redes sociales. Allí cualquier aparato electrónico está prohibido. El recorrido tardó cerca de hora y media, para recibirnos al final con un delicioso shot de whisky acompañado de un fino y amargo chocolate escocés, que sirve para suavizar el sabor. Pero honestamente, ¿quién necesita matizar el sabor del agua de vida más fina de Escocia?

Partimos a la segunda destilería, Glen Ord. La bienvenida fue con un almuerzo típico de las nuevas generaciones: sopa de verduras, variedad de sándwiches con jamón de cordero, verduras, frutas y bebidas. A simple vista no parecía tentador, sin embargo el sabor de la cocina escocesa es deliciosa y la sopa nos cayó como anillo al dedo. Ya empezaban a caer las primeras gotas de lluvia y la temperatura rodeaba los 10 grados. Comenzamos nuestro tour con la experiencia que adquirimos en Dalwhinnie, que nos documentó lo necesario. El proceso es el mismo, solo que el tiempo de añejamiento depende de cada destilería.

Terminada nuestra segunda visita, partimos muy emocionados al lugar más esperado por todo el grupo: el castillo Drummuir construido hace más de 200 años. Es una construcción que alberga historias fantasmales y una colección de licores invaluable. Nos esperaría una noche cargada de tradiciones escocesas, bailes y poemas.

Luego de la maravillosa fiesta, al estilo escocés, continuamos con el tercer destino: Speyside Cooperage, un lugar fantástico en donde usted puede conocer el arte de fabricar los barriles en los que se almacena el whisky, entre  diez y cincuenta años, para luego ser comercializado. Este lugar produce cascos con la mejor madera proveniente de Estados Unidos. 

Terminada la visita nos dirigimos al lujoso hotel Gleneagles, famoso por su espectacular y suculento desayuno, el mejor de Escocia, dicen los que saben, por el variado menú del buffet. También es conocido por la práctica de cetrería con búhos y halcones, y por el increíble campo de golf. El costo aproximado de una noche es de $ 1.429.000. Para cerrar con broche de oro , visitamos el Scotch Whisky Experience, el museo más grande sobre esta tradicional bebida. Así que si está pensando en visitar Europa, dése el gusto de conocer Escocia y deleite su paladar con un buen trago del agua de vida. 

 

Fotos: iStock. 

 
 

Por Catalina García

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