Cinco consejos para que la recuperación de la cesárea sea más rápida

Después de una cirugía compleja debes llegar a casa a conocer, cuidar y amamantar a un bebé. Necesitas tener todas las fuerzas y todas las energías que estén a tu disposición.

Por Redacción Cromos

25 de abril de 2019

Dale a tu organismo líquido y fibra para sentirte mejor. / Getty

Dale a tu organismo líquido y fibra para sentirte mejor. / Getty

Se habla con tanta naturalidad de la cesárea, que las mujeres que van a ser madres piensan que es una cirugía sencilla de la que se recuperarán rápidamente. Tan es así, que muchas eligen esta opción, en lugar del parto vaginal, porque consideran que será la alternativa más cómoda (y la menos dolorosa) (puede interesarle 10 datos que tiene que saber sobre la cesárea).

En realidad, suele ocurrir lo contrario. Las mujeres que pasan por un parto vaginal tienen una recuperación mucho más rápida y el posparto es más llevadero. Alimentar al bebé, por ejemplo, que de por sí es un desafío en un principio, es mucho más complejo con una cicatriz en el vientre que impide que lo puedas apoyar bien sobre tu cuerpo. Lo mismo ocurre a la hora de alzarlo o, incluso, de caminar. Después de tener un hijo de manera natural, al día siguiente puedes moverte sin problemas y llevar al niño en tus brazos todo el tiempo que sea necesario.

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Por esta razón, hemos reunido algunas recomendaciones para agilizar la recuperación, de tal forma que aquellas mujeres que pasen por una cesárea puedan estar muy pronto en la mejor condición para atender a sus hijos, que en los primeros meses son especialmente demandantes.

1. Dale a tu organismo líquido y fibra

Una de las quejas más frecuentes de las mujeres que han pasado por una césarea es el estreñimiento. Los analgésicos, los antibióticos, la cirugía y la falta de movimiento se unen y hacen que el sistema digestivo deje de funcionar correctamente. Para ponerlo a trabajar de la manera adecuada, el ideal es tomar mucha agua y comer frutas, vegetales, nueces, semillas y legumbres. También son ideales la avena y la chía.

2. Pide que te hagan un masaje (o hazlo tu misma)

Los masajes previenen o reducen la aparición de cicatrices. Además, aumentan la circulación, ya que transportan sangre fresca y nutrientes al lugar de la sutura. También promueven la regeneración de la piel y rompen el tejido de la cicatriz. Hay que tener cuidado, por supuesto, y hacerlo con mucha delicadeza una vez el médico lo permita (debe pasar, como mínimo, un mes de la cirugía). Con cinco o diez minutos es suficiente. Si usas cremas desinflamatorias o regeneradoras, mucho mejor.

3. Busca el calor

El dolor será un efecto secundario e inevitable de la cesárea. Aunque es imposible prevenirlo, está la posibilidad de aliviarlo con calor, que relaja los músculos y aumenta el flujo sanguíneo. Puedes usar una botella o una bolsa de agua caliente, o hacerte un delicioso baño con hierbas.   

4. Come muchos nutrientes

Aunque no hay alimentos mágicos que sanen las heridas de una cesárea y contribuyan a que tu cuerpo se reajuste, deberías buscar proteínas, vitaminas, minerales y nutrientes. Para una comida balanceada incluye: un vegetal o una fruta colorida, una fuente de proteína (animal o vegetal), un carbohidrato lento (quinua, arroz integral, papa sudada), una grasa saludable (aguacate, aceite de oliva, nuez). Por otra parte, el pescado es una buena opción para bajar la hinchazón.

5. Sigue tomando las vitaminas prenatales

Si tu apetito no está en su mejor momento o, por el contrario, si la lactancia te produce mucha hambre, puede que necesites nutrientes adicionales que las vitaminas te pueden dar. Contienen hierro, que es clave para reconstruir las células después del embarazo y la cirugía. También aportan vitamina c y zinc, ideales para sanar heridas.

Por Redacción Cromos

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