La población adulta mayor es uno de los baluartes más significativos de nuestra sociedad; con el pasar de los años su basta experiencia se convierte en el principal recurso para que jóvenes y adultos se apoyen y tomen decisiones basadas en los mejores consejos.
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Según los datos del Censo Nacional de Población y Vivienda realizado en el 2018 por parte del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), en Colombia hay 5.860.980 adultos mayores de 60 años, los cuales se dividen en 2.636.438 hombres y 3.224.632 mujeres, esto se traduce en que poco más del 10 % de la población colombiana hace parte de este grupo.
“Existen malas interpretaciones por parte de la sociedad de cara a la población cuando supera los 60 años e ingresa a la etapa de la vejez; que, aunque puede sonar un poco fuerte, es simplemente una categorización que no define ni el comportamiento, ni la personalidad de cada uno”, explica Liliana Patricia Buitrago, Gerontóloga de Compensar.
Mitos y verdades de las personas mayores de 60 años
La vejez es la etapa de la vida que más mitos y estereotipos tiene, sumados al desconocimiento sobre la verdadera condición de superar los 60 años que, en gran porcentaje de ocasiones, se determina debido a estigmas sociales que vienen desde hace decenas de años. En esa línea, es importante definir algunos factores que muchos desconocen:
“Los achaques de la edad”
Esta es una de las frases más coloquiales y comunes que se pueden reconocer. Desde el componente físico o de salud, un “achaque” es un tipo de discriminación puesto que va acorde con un estereotipo hacia las personas mayores haciendo referencia a alguien enfermo y débil, contribuyendo a descalificar y subestimar la presencia de patologías graves.
Si bien todos los humanos llegan a una etapa de adulto mayor, a su alrededor hay varios mitos sobre su salud y aceptación. Te contamos.
“En la vida cotidiana se debe ser observador para identificar si esas molestias o verbalizaciones que realiza la persona mayor frente a su estado de salud requieren de una evaluación médica para no caer en expresiones que inconscientemente pueden discriminar por la edad, afectando la salud multidimensional del individuo”, agregó la gerontóloga de Compensar.
Los adultos mayores y el trabajo formal
En algunos sectores de la sociedad se considera que quienes llegan a esta edad pierden sus facultades físicas y mentales para continuar desempeñándose en un rol laboral, incluso ven a la persona mayor como trabajadores improductivos, pasivos y como una carga económica para el Estado.
Es necesario reconocer que no existe una edad ideal para desempeñarse laboralmente, cada persona es diferente y la capacidad no debe estar asociada a una determinada edad partiendo de la particularidad de cada individuo. Hay ejemplos de personas mayores productivas que siguen ejerciendo alguna tarea remunerada en la docencia, la política, el comercio o cualquier otra profesión u oficio por la que se han desempeñado a lo largo de su vida.
¿Persona mayor = abuelos?
A menudo no se es consciente de la forma de referirse a las personas mayores. “Viejito, anciano, senil y ´abuelo´, siendo este último uno de los más comunes y equívocos, hacen parte de los malos ejemplos para denominar a un mayor de 60 años. Dirigirse a ellos como ´abuelo´ es peyorativo, ya que es un rol social; es un término insuficiente que no representa a todas las personas mayores”, explica la Dra. Buitrago.
“Síndrome del nido vacío”
La partida de los hijos en el hogar es un evento que tiene un impacto significativo en las personas mayores. Puede causar tristeza, llanto, pérdida del sentido de la vida, aislamiento social, ansiedad, estrés y sentimiento de abandono.
“Este Síndrome puede ser una oportunidad para que la persona mayor se tome el tiempo para dedicarse a sí mismo, hacer nuevas amistades, retomar sus aficiones y planificar su tiempo libre en actividades que le permita sentirse pleno y pierda el miedo a estar solo”, concluyó Liliana Patricia Buitrago, Gerontóloga de Compensar.
