El poliamor no es tan sencillo ni tan loco como parece. Poliamor es la palabra que se usa para definir las relaciones afectivas en las que las personas tienen la libertad de tener, al mismo tiempo, varias relaciones amorosas o sexuales.
En el poliamor se niega la monogamia como modelo de fidelidad y no existen los celos. El poliamor es amar y ser amado por varias personas al mismo tiempo sin proselitismo a la promiscuidad.
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Para entender esa realidad es necesario que empecemos a repensar los modelos de amor que vivimos desde hace mucho tiempo, y que son apoyados en el mito del amor romántico y sus fantasías típicas de cuentos de hadas, en los que se pregona que solo se ama y desea a una persona toda la vida…
No existe nada ni nadie que nos llene en la totalidad de nuestros deseos, de nuestro vacíos e intereses. Además, los seres humanos podemos amar a varias personas sin que eso disminuya el que sentimos, solo basta pensar en los hijos, familiares, amigos y tantas otras personas que amamos con o sin deseos.
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Pero asumir esa verdad y, sobre todo, esa posibilidad asusta, ya que toca directamente la autoestima de cada uno de nosotros, pues aceptar que no somos, así como nuestra pareja tampoco, la única fuente de interés y satisfacción en la vida para afrontar la propia vulnerabilidad y el control del otro.
Ser poliamorista es creer en un amor sin grillete, es romper paradigmas y poco a poco construir la propia visión de las relaciones amorosas. Nadie se despierta poliamorista, pero todos podemos despertarnos más honestos, pensando en que es lo que tiene sentido para sí y cuestionando la mentira y la infidelidad como modelos de relación que sostiene el famoso y tan fracasado mito del amor romántico.