Relación de pareja: ¿Cómo sabemos que debemos terminar ya la relación?

Cada pareja es única, por ello los problemas y las soluciones que se presentan a lo largo de la convivencia entre las personas, se acoplan a las diversas realidades.

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Fotografía por: Pexels

Sin embargo, hay ciertas generalidades que ponen en evidencia que la relación está pasando por un momento de dificultad, una crisis o una nueva etapa, la cual sugiere en ocasiones que sea atendida de forma temprana y también que pueda necesitar de ayuda profesional.

Natalia Romero, coach, experta en conexión espiritual con ángeles y relaciones humanas en entrevista con la revista Cromos nos cuenta en que momento debemos estar listos para terminar una relación de pareja.

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Para Romero, el factor más relevante es, identificar si hay amor e interés del uno hacía el otro, porque esta es la base para empezar a trabajar como pareja, entendiendo que no se puede ayudar o reconstruir algo, si no se siente la necesidad de ello, razón por la cual trabajar con parejas y con personas en general, parte de la voluntad de cada quien, del deseo y la motivación de cambiar, mejorar y alcanzar una meta.

Aunque no se vive de amor, este es el motor para luchar por lo que se quiere.

Otro aspecto significativo a la hora de observar nuestra relación, es entender que la pareja la conforman personas, cada una con características, intereses y necesidades particulares, por ello uno de los primeros síntomas o aspectos a los que se debe prestar atención es a la incomodidad.

• ¿Hay algo que no me haga sentir bien?
• ¿Qué tan frecuentemente me siento incómodo con mi pareja o con las situaciones que comparto con él o ella?
• ¿He hablado sobre el tema con mi pareja y aún no encontramos respuestas?

Es importante realizar estas preguntas porque permitirán identificar que hay dificultades y puntos en los cuales se deben trabajar, siendo este una de las primeras razones a las cuales se debe prestar atención.

3 Factores que indican que la relación de pareja se debe terminar

Para Romero todas las parejas son diferentes, sin embargo, hay 3 momentos que determinan, cuál es el mejor momento de terminar una relación,

1. Cuando no hay interés del uno hacía el otro: es como si se estuviera en un limbo de sentimientos, porque el canal de comunicación se ha roto y quizá hay solo una de las personas luchando y buscando cambiar, se llega al punto donde no se encuentran en la misma sintonía, predominando la indiferencia, el desinterés, el cansancio y un sin sabor que puede llevar a pensar ¿Es algo que estamos dispuestos a solucionar? Es el momento de evaluar si las dos personas están dispuestas a trabajar en la relación o si la lucha ha implicado un desgaste físico, mental y espiritual más grande que el restablecimiento de la relación, porque a partir de ello serán capaces de tomar decisiones.
2. Cuando es evidente para las dos personas que ya ninguno siente alguna conexión, no tienen ninguna razón sentimental para seguir, y que, quizá aun habiendo un cariño, respeto y aprecio por el otro, ya no los une ese motor que inicialmente los llevo a formar un hogar, sino que, lo que ahora los mantiene son, motivos económicos, laborales o de otra índole. Sí es así, es esta la situación propicia para tomar decisiones que sean claras, honestas y de beneficio para los dos.
3. También hay casos, donde hay amor por parte de las personas, sin embargo, hay pensamientos o acciones que deben ser atendidas antes de continuar, porque aún con sentimientos fuertes, hay una parte que está flaqueando y debilitando la relación (sea, por ejemplo, una mala comunicación, constantes malas entendidos y una difícil convivencia), por ello, empezar un proceso individual y de pareja es necesario para estas situaciones.

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¿Cómo terminar una relación sin terminar sin hacernos daño?

Terminar una relación es un hecho que mueve energía, sentimientos, pensamientos, mejor dicho, es una conmoción en cada persona, así se sea consciente de que era lo mejor para los dos.

Por ello en ocasiones, una ruptura puede sacar a la luz sentimientos que no son tan agradables, pues, una persona que hizo parte de la vida de otra, con momentos buenos y no tan buenos.

Cada persona es responsable de la decisión que toma, y en el caso de las parejas, son ellos los que tomaron la decisión de empezar a escribir juntos un pedacito de esa historia, y que ese encuentro va más allá, porque contribuye a un proceso de crecimiento personal, donde la vida les permite vivir ciertas situaciones para empezar a trabajar en procesos personales y quizá también se es o fue parte fundamental del proceso de otro, en donde hay encuentros con personas que simplemente están de paso y con otras que estarán por largo tiempo, y que por más duro que haya sido la situación, es algo que hizo parte de un ciclo que al terminar será la puerta de entrada a la oportunidad de crear una mejor versión de sí mismos.

Entendiendo y asumiendo esto, se alejan poco a poco de los sentimientos que traen en ocasiones el duelo ( el dolor, la rabia, el odio, la tristeza, entre otros) porque si entendemos qué somos parte de un plan divino que nos entrecruza con personas y situaciones, en momentos indicados y muchas veces desconocidos, la perspectiva se vuelve más enriquecedora, y es ahí donde es más fácil sacar lo bueno de cada momento y elegir a favor propio, para dejar ir lo que no aporta y aprender para crecer, dejando que la vida ponga cada cosa en su lugar, porque somos solo responsables de nuestro proceso, así que soltar y fluir con la vida, es atraerá lo que es indicado para nosotros.