Para unos las uñas son tan importantes como el rostro; son los mismos que no pueden vivir sin un manicure constante. Para otros el cuidado de las uñas es secundario, incluso se las comen tanto que no necesitan de cortárselas.
En muchos casos, las uñas mordidas simbolizan la lucha contra el hábito compulsivo de mordérselas. Dejar atrás esta costumbre es un desafío, por eso exploraremos estrategias para combatir la compulsión.
Sigue a Cromos en WhatsAppSegún la RAE, “a la costumbre de comerse las uñas” se le llama onicofagia.
Si tus uñas están amarillas, debes consultar al médico.
¿Por qué me como las uñas?
Antes de abordar cualquier hábito, es imprescindible entender las razones detrás de él. La onicofagia, o hábito de comerse las uñas, está relacionada con el estrés, la ansiedad o el aburrimiento. Reflexiona sobre cuándo y por qué muerdes tus uñas. Identificar las situaciones desencadenantes es el primer paso para abordar el problema de raíz.
Esta nota es de tu interés: ¿Cómo se logra crear un hábito?
Las uñas cortas y cuidadas
Mantener las uñas cortas no solo disminuirá la tentación de morderlas, sino que también facilitará su cuidado. Limarlas y darles forma puede ser una actividad positiva que sustituya la compulsión de morderlas.
La opción del esmalte
Explora esmaltes con sabor amargo diseñados para disuadir el hábito de morderse las uñas. La sensación desagradable al morderlas actúa como un recordatorio para eliminar el hábito.
Lee también: La cutícula y el manicure: ¿Es necesario eliminarla y qué tan dañino puede ser?
No comas uña, come chicle
Prueba a masticar chicle, tener pequeños juguetes antiestrés o utilizar una pelota antiestrés para mantener tus manos ocupadas y tu mente distraída.
Busca apoyo
Compartir tu objetivo con amigos o familiares puede proporcionar un sistema de apoyo valioso. Contar con alguien que te anime y te motive puede marcar la diferencia.
La ayuda profesional
Si la onicofagia persiste a pesar de tus esfuerzos, considera buscar ayuda con un especialista en hábitos. Un terapeuta o consejero puede ayudarte a explorar las causas subyacentes y proporcionarte estrategias específicas para superar el hábito.
Cuando el estrés es un desencadenante para morderte las uñas, procura trabajar en gestionar el estrés de manera saludable. Prueba técnicas de relajación, como la meditación, el yoga o la respiración profunda, para abordar las raíces del problema.
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