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“Se ha creído que la meditación es algo muy difícil, que toma años, que es poner la mente en blanco, que es para alguna religión específica, entre otros muchos mitos”, asegura María Paz Mateus.
En el yoga existen muchísimos linajes con diferentes prácticas maravillosas. Como en todo, cada quien siente una inclinación mayor por una o por otra y eso es lo encantador. Te voy a hablar de uno de los grandes maestros del yoga, que es Patanjali. Este pensador hindú escribió los yogasutras, en los que define el estudio de las ocho ramas del yoga para llegar a la iluminación.
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Los presentaré de una forma muy básica, pues cada una es extensa. Si te llama la atención, escucha el llamado, ¡es un mundo fascinante! De estas ramas existen diferentes formas de interpretación, dependiendo la corriente del yoga, así que esto es un simple abrebocas de una ciencia amplísima.
1. Código social de comportamiento: Yama
Habla de las virtudes a través de las cuales nos debemos relacionar con el mundo como la honestidad, la no violencia, el no tomar lo que no es propio, el reconocer y honrar la propia divinidad y la del otro y la práctica del no apego.
2. Código moral personal: Niyama
Habla de las características interiores que debemos desarrollar en nosotros mismos para caminar hacia la consciencia como la pureza, claridad u orden, la satisfacción, el deseo ardiente, la añoranza de acercarnos a Dios, el autoconocimiento, la reflexión y la devoción por lo divino.
3. Postura: Asana
Es la práctica física para expresar nuestra esencia divina que permite el correcto sostenimiento del cuerpo físico para que la energía divina fluya adecuadamente.
4. Control de la respiración: Pranayama
Es la práctica del control de la respiración para balancear nuestra mente, de manera que podamos alinearnos con lo divino.
5. Retracción de los sentidos: Pratyahara
Es la práctica en la que la mente sigue a los sentidos para experimentar lo divino. Al seguir los sentidos, la mente se acalla, conecta con lo divino y suelta a los sentidos, los desplaza.
6. Concentración: Dharana
Es concentración mental en el campo de la experiencia, es enfocar la mente instante a instante, lo que permite que los sentidos sigan a la mente.
7. Meditación: Dhyana
Es la práctica meditativa en donde se experimenta la consciencia unificada y, a través de ello, se vive un flujo mental suave y natural que resulta imperturbable a los acontecimientos externos.
8. Contemplación, iluminación: Samadhi
Es la experimentación de la unidad en éxtasis absoluto, es la iluminación. Cuando ya no estás separado de todo, notas que estás completo y siempre lo has estado; experimentas que eres la divinidad misma.
Como puedes notar, y aunque en muchas clases de yoga modernas occidentales se trabaja en algunas de estas ramas, la mayoría se concentran principalmente en las asanas o posturas, como si esa fuera la finalidad misma del yoga cuando, claramente, esa finalidad es infinitamente más profunda y extensa de lo que parece a simple vista. Simplemente te doy esta pincelada mínima de una ciencia maravillosa para generarte curiosidad y darte el impulso para que la experimentes si no eres practicante ya.
Autora del texto: María Paz Mateus. Este fragmento del libro El poder de la adversidad es reproducido gracias a Penguin Random House.