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08 de febrero de 2023

Bodegas Muga: Juan Muga le habla a Cromos sobre la cultura del vino

Colombia es un país en crecimiento en la cultura del consumo del vino, con embajadores tan importantes como Bodegas Muga.

Por Redacción Cromos

Juan Muga
Fotografía por: ARTURO RODRIGUEZ

Juan Muga, de Bodegas Muga, está de visita en Colombia, y tiene la misión de llevar su marca al top de los vinos.

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Bodegas Muga está en el histórico Barrio de La Estación de Haro en La Rioja, España. Tiene cerca de 25.000 metros cuadrados, y se usan tanto métodos tradicionales de elaboración del vino como técnicas más actuales y al ritmo de la última tecnología.

Juan Muga
Juan Muga
Fotografía por: ARTURO RODRIGUEZ

Las bodegas buscan abrirse espacio en Colombia y, según el portal swissinfo.ch, el mercado del vino en Colombia mueve aproximadamente 3,5 millones de cajas de nueve litros, equivalente a 300 millones de dólares. Parecen grandes cifras, pero el mercado del vino apenas es incipiente frente a otros mercados, como el de los destilados, que en el país es muy fuerte.

Sin embargo, los acercamientos del mercado colombiano a la cultura del vino han ido aumentando en los últimos años, y se expande de manera lenta pero segura. Por eso, Bodegas Muga tiene mucho por ofrecer y por hacer en el país, pues es una empresa muy tradicional, que conoce la elaboración del vino a la perfección y hereda una cultura europea amplia y de siglos atrás.

“Mi familia está involucrada en el mundo del vino desde 1590, pero como viticultores, pero Muga nació en 1932 cuando mis abuelos Isaac Muga y Aurora Caño hicieron la primera botella. Luego llegó ya la segunda generación llegó con mi padre y mi tío y ahí continuó la tradición”, cuenta Muga.

“Somos una bodega, pero aunamos lo que es la tradición y la modernidad, investigando para estar al día tecnológicamente. Siendo una bodega en la que es todo de madera y tenemos nuestra propia tornería, también tenemos bombas con las que clarificamos con clara de huevo con albúmina natural para limpiar los vinos, antes de ser embotellados para no filtrarlos, pero también tenemos máquinas que superan el medio billón de dólares, que lo que hacen es seleccionar la uva por una por visión óptica. Entonces, tenemos esas dos la parte muy tradicional y familiar que nos identifica, y por otro lado, la parte de investigación y tecnología”, cuenta Juan Muga.

¿Qué vinos elegir para cada comida?

Juan Muga da algunas recomendaciones, y desmiente que el vino tinto sea el mejor para las carnes rojas con grasa, como comúnmente se cree. Aquí nos da su perspectiva.

El proceso de la elaboración del vino

Juan y toda su familia, sus padres, tíos y hermanos, se han relevado en diferentes áreas, incluyendo todos sus campos de experticia y algo de experiencia en diferentes multinacionales en Alemania e Inglaterra para poner al servicio de la empresa familiar su saber y mantener la tradición vigente a través de los años.

Mediante el proceso natural de la clarificación se eliminan las partículas en suspensión que aparecen el vino, además, la trasiega se hace por método tradicional de gravedad y, como cuenta Muga, son la única bodega de España con un maestro cubero y tres toneleros propios.

Su énfasis en el roble se es porque esta madera permite dar un tostado interior ideal para conseguir vinos con un sabor muy especial. Bodegas Muga inició su proceso de internacionalización en Estados Unidos, y luego se abrieron otras puertas para el mercado de la exportación en Europa, Asia, Suramérica, Centroamérica, Caribe, México y Canadá, ya con presencia en 82 países del mundo.

Sin embargo, a pesar del volumen de sus mercados, la marca asegura que ya no busca crecer más, sino cuidar la producción actual, pues cuando se habla de vino se habla de tiempo, de espera y paciencia. No es un producto que pueda replicarse inmediatamente cuando se entrega en sus puntos de venta, es un producto que se toma cuatro o cinco años en madurarse. “Intentamos incorporarnos a las nuevas generaciones para no perderlas, pero sin perder la identidad.”

Una empresa sostenible

Bodegas Muga es de las pocas bodegas de España que cuenta con el certificado Wineries for Climate Protection otorgado por la Federación Española de Vino (FEV). Por ese mismo cuidado con el detalle y dedicación en sus prácticas, la marca obtuvo el Premio Vesta Of Internacional 2009, en la categoría de Experiencias innovadoras y prácticas sostenibles.

Dentro de estas experiencias innovadoras, ofrece diferentes actividades para fortalecer la cultura del vino en las zonas en España, como la visita a la bodega, un curso de iniciación a la cata, visita al viñedo en segway y viaje en globo con un almuerzo tradicional riojano.

El amor por el vino

Ante la pregunta de cómo se enamora uno del vino, Juan Muga responde que la forma infalible es visitar directamente la bodega y aprender, en el sitio, sobre la elaboración del vino, probarlo, olerlo y conocer la geografía y la tradición de primera mano. Sin embargo, es consciente de que no todos pueden viajar a España y, por ejemplo, durante la pandemia, hizo muchas catas virtuales. Sin embargo, lo que aconseja es empezar a acercarse desde el placer más sencillo.

Al final, vas a probar algo que te gusta o no te gusta, en eso no hay que ser ningún técnico, no hay que andar con tecnicismos ni con tonterías, que el vino está para disfrutar. Cada uno disfruta con un tipo de vino. Pero, casualmente, los vinos cuando son buenos, son los que más le van a gustar a la gente, porque eso de que no se sabe diferenciar un vino bueno de uno ‘malo’, eso es mentira.”

Sin embargo, Muga reconoce que un vino económico puede gustar, puede agradar, solamente que se trata de probar muchos, de ir conociendo, de afinar el paladar hasta diferenciar todas las notas de sabor que existen en los vinos de mayor tiempo.

Cualquiera te puede gustar, pero es un gusto que se debe formar. Es como si sacaras tu licencia de conducir y te dan un Ferrari, no vas a reconocer la diferencia con otros autos. A medida que pruebas, educas el paladar, y puedes apreciar mejor los más finos y mejores. Pero un vino económico te puede gustar, claro que sí.”

También invita a dejar de asociar el mundo del vino con placeres costosos: “Tampoco hay que asemejarlo al mundo del lujo, porque ni mucho menos, y tampoco el champán, porque hay champañas de todo tipo, al igual que el vino.”

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