Su nombre proviene del Marqués Louis de Bechamel, quien se dice que introdujo esta salsa en la cocina francesa en el siglo XVII. La salsa bechamel se caracteriza por su textura cremosa y su sabor suave, y es un elemento fundamental en la cocina, ya que sirve como base para otras salsas más elaboradas y como componente en diversos platos.
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La salsa bechamel es una salsa clásica de la cocina francesa que se utiliza como base en muchas preparaciones culinarias.
La salsa bechamel también se utiliza en platos como lasaña, croquetas, gratinados, pasteles de carne, rellenos de empanadas y más. Debido a su versatilidad y su capacidad para combinar y realzar sabores, la salsa bechamel es una de las salsas madre fundamentales en la cocina clásica.
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Cómo preparar una salsa bechamel
Ingredientes
- 2 cucharadas de mantequilla
- 2 cucharadas de harina
- 2 tazas de leche (puede ser entera o semidesnatada)
- Sal al gusto
- Pimienta blanca al gusto
- Nuez moscada al gusto (opcional)
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Preparación de una salsa bechamel
- En una cacerola mediana a fuego medio, derrite la mantequilla hasta que esté completamente derretida y burbujeante.
- Agrega la harina a la mantequilla derretida y mezcla bien con una cuchara de madera o una espátula de silicona para formar una pasta homogénea. Esto se llama roux y es la base de la salsa.
- Cocina el roux durante unos 2-3 minutos, revolviendo constantemente para evitar que se queme. Esto ayuda a cocinar el sabor a harina cruda.
- Agrega la leche gradualmente, aproximadamente 1/4 de taza a la vez, mientras revuelves constantemente para evitar la formación de grumos. Asegúrate de incorporar bien cada adición de leche antes de agregar más.
- Continúa cocinando y revolviendo la mezcla hasta que la salsa espese y alcance la consistencia deseada. Esto generalmente toma alrededor de 5-10 minutos. La salsa debe cubrir la parte posterior de una cuchara y mantener su forma cuando pasas el dedo por ella.
- Una vez que la salsa ha espesado, sazónala con sal, pimienta blanca y nuez moscada al gusto. La nuez moscada es opcional, pero le da un sabor extra delicioso.
- Retira la cacerola del fuego y deja reposar la salsa durante un minuto antes de usarla. La salsa bechamel puede ser utilizada como base para otras salsas, como la salsa Mornay (con queso), o en platos como lasaña, croquetas, gratinados y más.
- Si la salsa se espesa demasiado al enfriarse, puedes agregar un poco más de leche y calentarla suavemente mientras revuelves hasta que alcance la consistencia deseada.
¡Listo! Ahora tienes una deliciosa salsa bechamel que puedes utilizar en una variedad de platos.
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