La carne de pollo se ha consolidado como una de las consumidas a nivel mundial. Siempre ha sido un ingrediente que acompaña las comidas y tiene múltiples beneficios consumirlo pues contiene proteínas, aminoácidos esenciales y una baja carga calórica.

Así mismo, posee lípidos, vitamina 3 y minerales como calcio, hierro, zinc, sodio, potasio y magnesio, entre otros. Actualmente, este tipo de proteína hace parte de una dieta equilibrada ya que algunas investigaciones han indicado que es una carne magra que contiene menos de un 10% de grasa en su composición.

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Otra ventaja que podrás encontrar en el pollo es su sabor neutro. Por ello, preparar este ingrediente no es muy difícil y lo único que tienes que hacer es agregar lo que desees para darle un rico sabor y cocinar. Esta propiedad convierte la carne aviar en un alimento altamente versátil.

Si estás buscando una receta que puedas aplicar en casa con el pollo, esta es para ti. En Cromos te enseñamos a realizar una rica pechuga de pollo rellena de queso y champiñones.

El pollo es una carne fácil de preparar gracias a su versatilidad.

Fotografía por: nerudol

¿Cómo hacer pechuga de pollo rellena de queso y champiñones?

A través del portal especializado Gastrolab explicaron cómo llevar a cabo esta receta. A continuación, te reseñamos el paso a paso y los ingredientes que requieres.

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Preparación de una de pollo rellena de queso y champiñones

Paso 1: prepara el relleno

Pica finamente la cebolla y el ajo, una vez listos, llévalos a una sartén con un poco de aceite de oliva y la mantequilla.

Cuando veas que la cebolla se torna transparente, agrega los champiñones picados en cubos pequeños. Saltea todos los ingredientes juntos, sazona con sal y pimienta y espera hasta que los hongos suelten un poco su jugo.

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Paso 2: prepara la pechuga

Este es uno de los pasos más fáciles. Solo debes tomar un filete de pechuga, coloca una rebanada de queso por encima y una porción del relleno que acabamos de preparar, enrolla apretando muy bien el relleno y reserva.

Pasa por harina tus rollos de pechuga, después por huevo batido y por último por pan molido. Ponlos a freír en suficiente aceite hasta que la pechuga esté dorada y crujiente por fuera, y bien cocida por dentro.

¡Listo! Sirve y disfruta.