Desde hace un par de años Jean Paul Gaultier, un ícono en la industria de la moda, anunció su retiro, sin embargo, su marca no ha desaparecido y se ha presentado cada Semana de la Moda de la Alta Costura de París con una nueva propuesta, lo diferente es que para colección la maison invita a un diseñador diferente.
También te puede interesar: Maximalismo animal, así es la nueva apuesta de Schiaparelli para primavera-verano
Sigue a Cromos en WhatsAppAquí encuentras más contenidos como este
Desde entonces la firma parisina ha expuesto las propuestas de diseñadores como Glenn Martens de Y/Project, Chitose Abe de Sacai o el más reciente Olivier Rousteing, director creativo de Balmain. Ahora el nuevo invitado es nada más y nada menos que Haider Ackermann.
¿Quién es Haider Ackermann?
Este diseñador nació en Bogotá, Colombia, pero fue criado en diversos puntos del mundo, estudió en la Royal Academy of Fine Arts de Amberes, ha sido aplaudido por grandes diseñadores como Karl Lagerfeld, estuvo al frente de Berluti y ha tenido su propia marca desde hace más de veinte años.
Ackermann es caracterizado por sus diseños en los que se destacan las líneas limpias, un cuerpo armonioso, la sastrería y un manejo maestral del color, tanto en sus diseños para mujeres como para hombres, y por supuesto que su colección para Jean Paul Gaultier no fue la excepción.
Los invitados estelares
El bogotano se presentó con sus creaciones en la casa que alberga el taller de la legendaria firma de alta costura, la venue estaba pintada en un azul hielo, color que acompañaba a la perfección las prendas que llevaban las modelos y en primera fila, naturalmente, estaba sentado Monsieur Jean Paul Gaultier, así como grandes personalidades de la moda y el cine, como los amigos de Ackermann, Tilda Swinton y Timothée Chalamet, también estaban Baz Luhrmann, Catherine Deneuve, Edward Enninful, Farida Khelfa o la supermodelo Coco Rocha.
Además: Cómo deshacerse de una espinilla según un dermatólogo
Este momento estelarizó por su gran sentido e inspiración en la alta costura clásica, no solo por las prendas, también por el comportamiento de las modelos a lo largo de la pasarela desfilando despacio, para que todo los espectadores apreciaran detenidamente cada detalle de la confección.
Ackermann explica la colección
Entre los cuatro diseñadores invitados que hasta el momento han presentado colecciones para Gaultier, Haider Ackermann es seguramente no solo el más experimentado, también el que menos tiene en común con el francés en términos de estética, él mismo lo admitió antes del show, “¡Para nada tengo un sentido del humor! Tengo mi gravedad y él tiene su generosidad y alegría, somos dos mundos aparte. Pero al mismo tiempo, tenemos muchas cosas en común, porque ambos amamos a las mujeres, adoramos a las mujeres, respetamos a las mujeres”.
Uno de los puntos que convergieron entre su mundo y el de Jean Paul fue la sastrería: “Volver a la esencia de su trabajo fue algo perfecto. A la gente se le olvida cuán inmaculado era su sastrería. Su trabajo fue mágico. Entonces traté de volver a las líneas puras para encontrar tranquilidad y un momento de gracia, por creo que su trabajo era mágico”.
Los detalles más importantes
Entonces el traje de blazer y pantalón fue el protagonista de esta colección, especialmente en color negro, aunque reinterpretado en diversas formas, con líneas rectas, simétricas y asimétricas, de tal forma en que el cuerpo femenino siempre fue el protagonista, aunque también hay diseños para los hombres.
Pero esta presentación no fue solamente sobre sastrería, el colombiano comprobó una vez más su experticia en los vestidos de gala, sus drapeados fueron excepcionales, en trajes que serpenteaban a lo largo de los pasillos. Como un todo, se puede decir que la colección destacó por su drama y minimalismo, atributos que, en la actualidad, por lo general no van juntos.
Claramente, la intención del diseñador era que la atención se concentrara exclusivamente en la ropa y no en la teatralidad de la alta costura. “Sabía que a Jean Paul le gusta mi trabajo, pero nunca pensé que esto llegara a pasar. Ya llevo mucho tiempo en este negocio, usualmente es como, ‘dáselo a los más jóvenes’”, dijo Ackermann. “Entonces diseñar es uno de los sentimientos más maravillosos. En serio amo mi trabajo y esto me hizo amarlo aún más. Es como un amorío entre las señoras del taller y yo”.
