"Cuando viajo tengo en cuenta tres aspectos: es importante llevar poco equipaje, es mejor viajar ligero y con espacio en la maleta para traer esos antojos de regreso a casa. Siempre llevo conmigo unos buenos zapatos, porque camino mucho y siempre hay nuevos lugares para sorprenderse más allá de los típicos lugares turísticos. En un viaje no se debe llevar un itinerario cerrado de principio a fin. Hay lugares donde quieres pasar más tiempo y hay otros en los que simplemente con un día es suficiente. Muchas veces no sé a dónde voy, quizá así se vive lo mejor del viaje.
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Bacalar, México. 2016
Para mí cualquier lugar del mundo es perfecto para vacacionar, preferiblemente de clima caliente, donde pueda estar en paz, descansar y desconectarme por completo.
No puedo elegir un lugar como favorito, pero puedo decir que desde que viajé a Perú me volví su más grande admiradora, pocos se atreven a conocerlo y es un país lleno de contrastes, tiene mar, montañas, nieve, desierto, selva, ruinas… Está lleno de historia, su gastronomía es exquisita y su gente es increíblemente amable. Es un destino inigualable.
Andorra, España. 2016
Traigo de mis viajes experiencias y artesanías, tengo cierta atracción hacia ellas.
En cada lugar procuro ir a los mercados o bazares para comprar algo, las artesanías siempre están llenas de color y tienen ese componente extra de estar hechas a mano con mucho trabajo por artesanos que ponen dedicación y amor a cada pieza para que sea única.
Lago Gray - Patagonia, Chile. 2015
No es un ritual pero sí es una costumbre que adquirí hace varios años, en los lugares emblemáticos de cada ciudad hago fotos de mis pies, que por cierto son muy feos, pero lo hago como un homenaje precisamente a ellos, que son los que me transportan a cada uno de esos espacios. Mi último viaje fue a Guatemala, a Antigua y el lago Atitlán. Es un destino que recomiendo para los amantes de las artesanías, la arquitectura, la tranquilidad y el color, como yo”.
Perú. 2014
Fotos: Archivo Personal.