Nunca ha sido fácil ser boxeador en Colombia. Y eso lo entendió hace mucho tiempo Antonio Cervantes “Kid Pambelé”, el pugilista de manos y piernas rápidas que en sus comienzos solo sumaba derrotas en Cartagena, caídas más dolorosas cuando de por medio había una apuesta importante con su contendor.
Te invitamos a leer más contenidos como este aquí.
Sigue a Cromos en WhatsAppPor eso su consagración como boxeador se dio en Venezuela. “Allá llegó como un diamante en bruto”, dijo alguna vez su hijo José Cervantes.
Allí se preparó para convertirse en campeón mundial, y el 28 de octubre de 1972, en Panamá, se convirtió en el primer colombiano en ganar algo importante, en este caso el título wélter júnior de la AMB, tras noquear al local Alfonso “Peppermint” Frazer en el décimo asalto.
Más noticias deportivas en Cromos
Ese día los colombianos celebraron por primera vez la consagración de uno de los suyos y aprendieron a festejar las victorias propias, cuando antes solo había emoción por los triunfos ajenos. “Pambelé” le enseñó a Colombia la sensación de ganar, al menos a disfrutarla.
Kid Pambelé: cuando le quitaron el título
Ese título lo conservó hasta 1976, cuando el puertorriqueño Wilfredo Benítez le ganó por puntos. Sin embargo, un año después, el nacido en San Basilio de Palenque y quien de niño vendía cigarrillos de contrabando en el Parque Centenario de Cartagena, peleó por el que era su rótulo: campeón mundial.
Lo mantuvo hasta 1980, tres años antes de retirarse. Una carrera pasajera, sí, pero brillante, que poco a poco se fue opacando por las fiestas, las drogas, el alcohol y el mundo en el que todavía dormita.