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Hay carreras y oficios que han sido tradicionalmente desempeñados por hombres. Según la UNESCO, en la actualidad apenas el 30% de las mujeres escogen dedicarse a este tipo de oficios. No obstante, el aprendizaje no tiene género. Cualquier persona puede desempeñarse en enfermería, medicina, diseño, derecho, modistería, ingeniería, entre otras.
Sigue a Cromos en WhatsAppGina Paola Pinzón es ejemplo de que cualquiera puede estudiar lo que le apasione. Inició siendo técnica en redes eléctricas, posteriormente estudió una tecnología en electricidad industrial, se especializó en redes de media tensión, y ahora está culminando la ingeniería electromecánica.
“Siempre he sido la única entre 50 hombres en una empresa trabajando en la parte técnica, al principio fue difícil, pero creo que el éxito ha sido en aprenderles a ellos también; les demostré que uno también sabe, busqué mi oportunidad y poco a poco se me abrieron las puertas”, dice Gina, quien es madre de un niño de 11 años.
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Su pasión por la electricidad y la mecánica le dio la posibilidad de explorar nuevos horizontes, pues a través de la Agencia de Empleo Transnacional de Compensar, se enteró de una convocatoria en Alemania para profesionales con su perfil.
“Muchas personas en Colombia buscan la oportunidad de salir del país con miras de trabajar y estudiar, pero el tema de irse legal es muy difícil, esto es una gran oportunidad. Lo único que debí hacer fue actualizar mi hoja de vida en la Agencia de Empleo Transnacional de Compensar, después la verificaron y evidentemente me llamaron para iniciar el proceso, que duró
“Trabajar en otro país será algo muy bonito, no solo por mi proyección personal, sino por la estabilidad económica y educativa para mi hijo. No voy a ir a pasear, iré a crecer”.
tres meses. Ellos ayudan para que los candidatos aprendamos las herramientas básicas del idioma, para luego podernos ir y seguir aprendiendo allá”, explica la protagonista de esta historia. Desde ya, Gina visualiza su futuro en Alemania, a donde espera viajar a finales de este año, para 12 meses después, solicitar la unificación familiar y seguir haciendo planes de la mano de su esposo y su hijo.
“Desde el momento en que yo pise tierras alemanas, tendré un año para homologar el título con el cual me voy, en este caso como tecnóloga en electricidad industrial. Una vez que pueda homologar el título, podré radicar el permiso de unificación familiar para llevar a mi esposo y a mi hijo”, sostiene Gina, que sigue soñando gracias a sus ganas de volar alto, al apoyo de su familia y de Compensar, la primera Caja de Compensación del país en contar con una agencia de empleo trasnacional