La serie Pálpito: entrevista exclusiva a Leonardo Padrón, su creador

A Leonardo Padrón le gusta escribir de madrugada, “con la cabeza muy limpia y el cerebro bien estrenado”, asegura. Trata de no defraudar ante el reto de ver la página en blanco de los programas de escritura en su computador y para eso es fundamental la tranquilidad y el método.

Es riguroso, puntilloso con las comas, los puntos, los signos de admiración y todos los elementos que le permitan construir diálogos contundentes para que los actores que van a ejecutar sus libretos sientan a los personajes que interpretarán.

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Este caraqueño de 63 años habla con una frescura similar a la que escribe. Su tono de voz es grueso, como la de los locutores de beisbol de antaño. Su pelo y barba color blanco delatan su experiencia. Tiene un recorrido en el mundo de las letras de más de 40 años. Por ahora el éxito lo cosecha con Pálpito, una de las series más vistas del mundo en Netflix, la cual escribió en Miami, ciudad en la que está exiliado desde 2014.

Desde joven, mostró un gran interés por la literatura y la escritura, lo que lo llevó a estudiar Comunicación Social en la Universidad Central de Venezuela. Su carrera comenzó en la década de los 80, cuando se desempeñó como columnista en diversos periódicos y revistas venezolanas.

Años más tarde, Padrón se dedicó a la escritura de guiones para televisión, cine y teatro, en las que cosechó éxito con producciones como Contra viento y marea, El país de las mujeres, Cosita Rica, La Mujer perfecta y recientemente Pálpito.

A parte de sus habilidades para escribir, ha sido un enamorado del amor. Con la actriz y modelo venezolana Anastasia Mazzone tuvo dos hijos: Santiago y Constanza, “mis morochos”, como les dice. Luego se divorció de Mazzone y tras una relación de más de 10 años, decidió casarse en 2021 con la también venezolana Mariaca Samprún.

Padrón es conocido por su compromiso con la sociedad y su participación en causas sociales y políticas en Venezuela. Ha sido uno de los críticos más activos del gobierno del presidente Nicolás Maduro y ha denunciado públicamente la crisis humanitaria que vive su país.

El éxito de Pálpito

Cuando Leonardo se sentó en el escritorio de su casa en Miami a escribir los primeros párrafos de la historia de Pálpito, pensó en hacer un thriller de amor que tocara el tema de tráfico de órganos, pero también un ingrediente esotérico, de algo que se especula mucho, como la memoria de los órganos. “Fue un coctel de temas, que se fueron juntando para formar un producto final extraordinario”, explica.

Una de las principales características de sus escritos es que le gusta hacer una constante evaluación de la complejidad humana y el límite al que puede llegar una persona. “En Pálpito se generan unos detonantes muy interesantes al respecto”, afirma.

La primera temporada fue especial, ocupó el número uno en los listados de Netflix en países de muchas regiones del mundo y ahora con la segunda espera superar esas expectativas. “Este Pálpito 2 es más trepidante y vertiginosa, tiene unos valores de producción más altos porque se grabó en Estambul, México y Colombia, en donde se desarrolla gran parte de la trama”, describe el creador de esta historia que, según él, “sólo la escribí pensando en dos temporadas, pero uno nunca sabe qué pueda pasar”.

A Pálpito le metió mucho corazón, encontró un gran talento en los actores y actrices de Colombia y asegura que en próximos proyectos espera poder compartir de vuelta con ellos. Mientras tanto adelanta proyectos con Netflix en el que espera seguir escribiendo sobre la condición humana, sus contradicciones, el lado luminoso y oscuro y “lo torpes que muchas veces somos para solucionar problemas”, dice.

Padrón confiesa que el éxito de las historias para plataformas digitales es mantener al usuario entretenido y que, si un personaje comienza a aburrir, llegue otro que atrape y mantenga la atención de quien está viendo la producción. “El trabajo del escritor es seducir, conquistar y atrapar al lector de principio a fin. Lo mismo debe pasar en las pantallas. Espero seguirlo haciendo”, concluye.