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Breaking Bad y True Detective compiten por Mejor Serie Drama en los Emmy 2014
Negar el fenómeno Breaking Bad es el equivalente de tapar el sol con un dedo. No solo por tratarse de una de las series de televisión más exitosas (el debut de la segunda mitad de la quinta y última temporada rompió récords de audiencia con casi seis millones de televidentes), sino por ser aclamada por la crítica, con tres Emmy de Bryan Cranston por su papel protagónico a bordo, como una de las mejores historias jamás contadas a través del tubo.
Sigue a Cromos en WhatsAppBreaking Bad cuenta la historia de Walter White (Bryan Cranston), un profesor de química con una ideal vida suburbana, a quien en su cumpleaños número 50 le diagnostican un cáncer de pulmón irreversible. Su esposa, Skyler (Anna Gunn), embarazada y rozando los cuarenta, y su hijo, Walter Jr. (RJ Mitte), un adolescente con leve parálisis cerebral, sufren cada una de sus decisiones junto a Marie (Betsy Brandt), hermana de Skyler y esposa de Hank (Dean Norris), un importante agente de la DEA. Para evitar que su familia vaya a la quiebra, White decide asociarse con Jesse Pinkman (Aaron Paul), un viejo estudiante suyo, para cocinar metanfetamina. A partir de ahí empieza un viaje al infierno que tarda cinco temporadas en resolverse. Ningún personaje está seguro de permanecer vivo, las mentiras reinan y nadie es quien aparenta. Sin embargo, además de mostrar las consecuencias de nuestras decisiones (acaso su principal tema), Breaking Bad nos cachetea con el proceso de transformación de su protagonista. Y no es simplemente la historia de un «buen» hombre que se vuelve «malo», sino la de un hombre enfrentándose a situaciones límite.
A continuación, los momentos que transforman a Walter White.
Temporada 1, capítulo 6: Crazy Handful of Nothin’
Es el clímax de la primera temporada. Aparece por primera vez «Heisenberg», el personaje con el que el dulce Walter White se identificará en el bajo mundo de ahora en adelante. La escena está llena de tensión; Tuco (Raymond Cruz), sobrino de Héctor Salamanca (Mark Margolis), uno de los guardaespaldas personales de Eladio, capo del Cartel de Juárez, es un psicópata que envía al hospital a mano limpia a Jesse por intentar venderle metanfetamina. Walt, para responderle, llega con un bluff perfecto que Tuco es incapaz de ignorar. Aparece Heisenberg por primera vez, y, con él, Walter empieza a desaparecer.
Temporada 2, capítulo 9: 4 Days Out
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Walter consigue un trato con Gustavo Fring (Giancarlo Esposito), el genio detrás del imperio distribuidor de metanfetamina en el suroeste de Estados Unidos y dueño de la franquicia Los Pollos Hermanos, para distribuir a gran escala su producto insignia: la metanfetamina azul. Walter y Jesse montan una farsa para escapar al desierto y cocinar durante cuatro días sin parar. Tras el retiro y una dramática escena en la que Walter tose mucha sangre y se siente agonizar, los doctores a cargo de su enfermedad le explican que su tumor pulmonar se ha reducido en un 80 % y está casi curado. En un par de segundos (la mirada a su reflejo), Walter entiende la magnitud del mensaje que le acaban de dar; los golpes que le da al dispensador hablan de la muerte que hubiera preferido como enfermo terminal. Pero ahora está encadenado a Heisenberg.
Temporada 3, capítulo 13: Full Measure
Gus está detrás de Walter y Jesse por asesinar a dos de sus confiables distribuidores de calle. En esta escena, la última de la tercera temporada, muere Gale Boetticher (David Costabile), el químico asistente impuesto por Gus para trabajar con White. En una maniobra telenovelesca, Heisenberg pone en jaque a Gus al manipular a Jesse para que lleve a cabo el asesinato. El plan de Gus de esperar a la muerte de Walter para hacerse con su receta de metanfetamina queda saboteado por un White sin escrúpulos que se mueve de manera brillante para sobrevivir sin importar nada, ni siquiera el envenenamiento de un niño. Heisenberg logra poner de rodillas a un hombre tan poderoso como el Cartel de Juárez, engañar a su socio, mantenerse vivo y a salvo con su familia, a pesar de tener todo en contra.
Temporada 4, capítulo 6: Cornered
Temiendo por ella y su familia, Skyler intenta convencer a Walter de dejar el negocio y entregarse, acudiendo ingenuamente a su imagen lastimera de profesor enfermo y desesperado. Lo que descubre es que su esposo ha desaparecido. Skyler es la primera que se enfrenta al monstruo en que se ha convertido Walter, pero no puede hacer nada sin comprometer su seguridad y la de sus hijos. Desde ahí Heisenberg aterra a Skyler en su propia casa, la tiene como una prisionera silenciosa y la obliga a atender una elaboradísima red de mentiras en la que caen también Hank y Ted, su jefe. Heisenberg, incluso como trabajador de Gus, le muestra a Skyler el poder que tiene para manipular a la gente y para evitar que su imperio se derrumbe. Cuando Heisenberg dice «yo soy el peligro», no está afirmando que es capaz de matar, está mostrándole a Skyler su verdadera cara, esa que no le puede mostrar al resto del mundo.
Temporada 5, capítulo 7 Say My Name
Walter White ya no existe. Quien queda es un hombre sin miedo, que mueve sus fichas con calma y habla pausadamente, como tentando la muerte. Todos, por el contrario, le temen, y lo conocen sin haberlo visto. En la escena del video, Heisenberg llega al desierto encubierto por Mike (Jonathan Banks) y Jesse, quienes intentan negociar un nuevo trato con Declan (Louis Ferreira), el capo de Arizona y otros tres estados. Declan, quien en principio parece un personaje tan temerario como Gus Fring, se llena de miedo en el momento en que Heisenberg lo provoca. Heisenberg no necesita demostraciones de fuerza porque su ascenso al poder ha sido meteórico, casi instantáneo, y ha destruido a los más grandes en el camino. No necesita de nadie, por eso permite que Mike y Jesse se retiren. El hombre familiar, dulce y compasivo murió con el diagnóstico de cáncer y le dio vía libre al genio manipulador y experto en cristalografía.
Temporada 5, capítulo 15: Granite State
Más que un momento que transforma al protagonista, se trata de la clave para entender un personaje cuya imagen definitiva se encuentra justo ahí, en el epílogo de la serie. No es Walter o Heisenberg, sino una mezcla de ambos. El todopoderoso Heisenberg está abatido, derrotado después de intentar hablar por teléfono con su hijo, desahuciado y esperando la muerte o la policía, fugitivo y a miles de kilómetros de su casa. Resignado, bebiéndose probablemente el último whisky de su vida, Walter ve en televisión a Elliot y Gretchen (Adam Godley y Jessica Hecht), los dueños del imperio Gray Matter Technologies y amigos suyos de juventud, negando cualquier vínculo posible con él. Sin embargo, en vez de actuar como el viejo enfermo y derrotado que se ve durante el epílogo de la serie, toma la decisión de acabar con todo, incluso él mismo. En un gesto se cristalizan los dos personajes; se conjuga la determinación de cumplir su voluntad, de cuidar a su familia, y, a la vez, la destrucción de sus enemigos. Justo ahí, mudo, sentado y viendo televisión en un bar de Nuevo Hampshire, aparece la cara real del protagonista de Breaking Bad.
Foto: Latinstock