Mario Mendoza y Los vagabundos de Dios: ¿De qué se trata su nueva novela?

Después de cinco años Mario Mendoza regresa a la novela con Los vagabundos de Dios. Descubre de qué se trata lo nuevo del autor de Satanás, La travesía del vidente, Cobro de sangre y Lady Masacre.

Por Redacción Cromos

29 de marzo de 2024

Los vagabundos de Dios, la nueva novela de Mario Mendoza, se trata de un novelista con el cuerpo desbaratado y maltrecho por varios accidentes sucesivos, con un precario estado mental, que menguó sus fuerzas y su espíritu, sobrevivió como pudo al encierro de la pandemia y ahora es un náufrago inmóvil. La humanidad no cambió un ápice tras la prueba extrema que experimentó y él, en medio de ese caos, no sabe cómo retomar el rumbo, si es que aún existe alguno, después de todo lo que ha pasado.

Mario Mendoza también es el autor de Leer es resistir.

Mario Mendoza también es el autor de Leer es resistir.

Fotografía por: María Camila Morales López

De manera misteriosa comienzan a llegarle señales de que debe volver al corazón oscuro de la ciudad que ha alimentado sus obras. La intempestiva aparición de un viejo amigo, un bohemio músico de jazz, lo pone en marcha al recomendarlo con una joven artista que recordó en terapia, por medio de la hipnosis, su propósito al conectarse con sus vidas pasadas.

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Al abismarse de nuevo, el escritor descubre que la realidad pierde su forma y que lo que cree sólido se desvanece. Sumergido en el Kairós, el tiempo sagrado, su cordura y templanza serán puestas a prueba por militares que experimentaron el horror, creyentes que esperan con fervor al nuevo Avatar, guerreros espirituales forjados tras las rejas de la cárcel, sádicos torturadores profesionales, víctimas escaldadas por un dolor que las consume y alimenta un odio atroz.

Comprenderá que “sin muerte no hay renacimiento”, que “si no hay un final no podremos tener un nuevo comienzo” y que al dejar “esa pose de escritor pulcro y cuidadoso, que calcula cada paso que da como si temiera hundirse en el abismo. Cuando quizás de lo que se trataba era, justamente, de dejarse caer en el vacío y de disfrutar el viaje por el precipicio”.

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Los vagabundos de Dios en frases

  • “Uno no se hunde en los infiernos con el paso de los años, poco a poco. Uno se cae en el abismo de un día para otro, súbitamente. Un día estás en la plenitud de tus fuerzas, lúcido, animado, sonriente en el espejo, satisfecho de ti mismo, y de repente a la mañana siguiente estás hecho polvo, con ojeras, acabado, adolorido y disminuido hasta el punto de no reconocerte, de no poder caminar ni mover los brazos como lo habías hecho toda la vida”.

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  • “La época era tan caótica, tan fuera de lugar, que ya no teníamos ni idea dónde estaba la frontera entre la ficción y la realidad. Antes esa línea divisoria era clara, pero ya no. Preocuparse por eso carecía de importancia. Por ahora, lo único importante era no olvidar”.
  • “No eres nadie, no eres nada, libérate del peso de ser tú mismo. No te mires en el espejo porque solo verás polvo sobre polvo”.
  • “Ahora, tampoco se trata de humillarse acá para ganar la vida eterna. Pensar de ese modo sería tener como propósito una recompensa, y entonces detrás de la humildad estaría de nuevo el ego agazapado, escondido, haciendo de las suyas. Se trata de perder un yo para ganar un nosotros. Solo no llegaré a ninguna parte. Olvido mi yo para servir a los otros, y en ese camino de servidumbre nos salvamos todos”.
  • “No hiero a nadie, jamás compraré un arma ni empujaré ni golpearé a otro ciudadano, pero eso no significa que acate normas que me parecen injustas ni que sea un individuo manso o dócil. Todo lo contrario: me declaro en desobediencia civil”.
  • “Solo tenía claro que debía referirse a una extraña sensación que me estaba dejando la pandemia: lo real se había quebrado en mil pedazos y ya no teníamos un piso sólido dónde pararnos. Habíamos perdido el centro. Éramos unos náufragos que navegábamos sin rumbo fijo, sin brújula ni sextante, sin mapas ni radares. Y la única forma de narrar el extravío era volver a hundirme en el corazón de la ciudad para desentrañar sus zonas más recónditas y desconocidas”.

Mario Mendoza y sus libros

El bogotano Mario Mendoza se licenció en Letras en Bogotá y se graduó en Literatura Hispanoamericana en la Fundación José Ortega y Gasset de Toledo, España. Es también Magíster en Literatura. Autor de veinte novelas, cuentos y ensayos entre las que se destacan Satanás (Seix Barral, 2002), galardonada con el Premio Biblioteca Breve; La travesía del vidente, Premio Nacional de Literatura del Instituto Distrital de Cultura Turismo de Bogotá en 1995; Buda Blues (Seix Barral, 2010), finalista del Premio Dashiell Hammett en la Semana Negra de Gijón; Lady Masacre (2013); La melancolía de los feos (2016); Diario del fin del mundo (2018); Akelarre (2019); La locura de nuestro tiempo (2010); La importancia de morir a tiempo (2012); Paranormal Colombia (2014); El libro de las revelaciones (2017), Bitácora del naufragio (2021) y Leer es resistir (2022).

En 2018 concluyó El mensajero de Agartha, una saga juvenil conformada por diez títulos, y publicó la novela gráfica Satanás, junto con el ilustrador Keco Olano. Este fue el comienzo de su trabajo en conjunto, que se materializó en dos proyectos: la trilogía de novelas gráficas Mysterion (Kaópolis, Los fugitivos, Los sobrevivientes) y la serie de diez cómics El último día sobre la Tierra.

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