Si bien los besos y las caricias son los mayores exponentes al expresar amor, especialmente en la intimidad, puede haber otro tipo de demostraciones, como los mordiscos. Estos actos están un poco más relacionados al bondage y otros contextos más intensos en el plano sexual. Entonces, si tu pareja te muerde y no sabes por qué lo haces, a continuación, te contamos un poco más del tema.
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En algunos casos, cuando esa persona especial te muerde puede ser porque es una manera de demostrar su afecto. Cuando se trata de mordiscos suaves pueden demostrar la cercanía que hay entre las dos personas, pueden ser parte del lenguaje de amor de una persona.
Asimismo, los mordiscos podrían servir para liberar tensiones emocionales o de canalizar ciertas cosas que no estamos expresando abiertamente. De hecho, hay quienes sienten un alivio momentáneo cuando muerden objetos o también a otras personas, porque puede ayudar a liberar energía represada.
Por otro lado, cuando alguien da una mordida cósmica hay una estimulación sensorial de por medio, una sensación que para algunos puede ser placentero y emocionante. Cuando alguien muerde puede liberar endorfinas, lo que hace que sienta una sensación de bienestar o satisfacción.
Cuando recibes mordidas de tu novio o novia puede ser como parte de un juego o diversión, incluso puede ser algo que ocurra entre amigos, sobre todo en contextos más informales y en medio de bromas.
¿Qué es la odaxelagnia?
Las mordidas pueden ser parte de la sexualidad de una persona, como una forma de encontrar más placer o sentir más excitación. Estos mordiscos pueden ser parte de una dinámica en el juego previo o incluso durante el coito, un juego erótico que ambos disfruten y sea conversado previamente.
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La odaxelagnia es el interés o la excitación sexual relacionada con morder o ser mordido, generalmente cuando se habla de relaciones sexuales. Sin embargo, recuerda que este acto debe ser consensuado por ambas partes, en un entorno seguro y respetuoso.
Ahora, en este tipo de fetiche o parafilia puede haber diferentes gustos, es decir, hay quienes disfrutan más de morder suavemente y con un toque más pícaro o juguetón, mientras que otros prefieren mordicos más fuertes o intensos, ejerciendo cierto nivel de fuerza.
