¿Por qué tenemos orgasmos involuntarios?

Es por eso por lo que podemos desear tener sexo, pero nuestro cuerpo dice no. De igual forma a veces se produce una respuesta de excitación no buscada y ni siquiera deseada.

El sexólogo y escritor Rafael Duque en entrevista con la revista Cromos nos cuenta sobre los orgasmos involuntarios o más conocidos como el Síndrome de la excitación sexual persistente.

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Fotografía por: Pexels

¿Que son los orgasmos involuntarios?

Son una respuesta asincrónica entre el cuerpo y el deseo.

En la mayoría de los casos, el cuerpo responde a un estímulo de deseo y provocación, aumentando el flujo sanguíneo hacia los genitales. produciendo, erección o lubricación, lo que sería una evidencia irrefutable de excitación y deseo, pero en ocasiones no es así.

A veces el cuerpo responde de forma automática, aunque la mente no esté en concordancia y no exista deseo sexual.

Se trata de una excitación no deseada y fuera de control que puede terminar con una respuesta orgásmica no planeada, ni siquiera deseada.

Es así como si es difícil para quien lo padece entender que esta excitación o este orgasmo no tiene nada sexual, lo es más aún para quienes lo presencian.

Aunque si puedan comprender mejor cuando se desea tener sexo y el cuerpo no responde.

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¿Cuándo puede ocurrir esto?

La excitación sexual puede desencadenarse tanto por un estímulo mental como por un proceso puramente físico.

Es bien conocido y estudiado que la respuesta sexual dé excitación no requiere de una edad para manifestarse, estas respuesta asincrónica funciona igual, seas niño, adolescente, adulto o incluso siendo un feto en gestación o un adulto mayor.

En cuanto al estímulo, podemos decir que estos pueden ser sexuales y no sexuales.

La generación de orgasmos espontáneos durante el sueño no requiere de un estímulo físico sexual, así como los orgasmos mientras se hacen ciertos ejercicios o le está expuesto emociones que fuertes que produzcan estrés que, si bien este suele disminuir la respuesta sexual, en contadas ocasiones puede provocar el efecto contrario al igual que la euforia desbordada.

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¿En qué personas es más frecuentes esta respuesta?

Los estudio revelan que la excitación involuntaria es más común en mujeres, porque la respuesta física en el género femenino responde más fácil a cambios emocionales, también se han recogido datos de hombres que han experimentado placer sexual durante abusos forzados.

¿Por qué se pueden producir?

Las causas no están claras, sin embargo, se considera que el estrés y la ansiedad son los principales desencadenantes, aunque algunos otros factores como antecedente de cesárea, partos difíciles o instrumentados, infecciones vaginales a repetición, accidentes que comprometan la pelvis o la irritación del nervio pudendo pueden también influir.

Asimismo, ciertos fármacos (antidepresivos, anticonvulsivos, hormonales...) también pueden provocar la aparición de orgasmos involuntarios, así como el síndrome excitación sexual permanente.

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¿Por qué es tan difícil entender esto?

Porque estos eventos suelen generar angustia, vergüenza y sensación de falta de control para quien lo padece, lo cual puede generar culpabilidad, más cuando se desencadena en un contexto de abuso, ya que la víctima siente que su cuerpo dio aprobación al victimario al responder de manera no concordante a una negativa mental.

El problema de fondo una vez más es la falta de una educación sexual reglada. Entender que algunas cosas de la sexualidad, no se pueden controlar tan fácilmente.

Que la falta de esta la educación hace difícil entender en ciertos contextos, conceptos básicos como el consentimiento, la comunicación, la tolerancia y el respeto hacia lo demás y hacia uno mismo.

¿En qué otras situaciones sin concordancia pueden presentarse estos orgasmos?

Hay muchas situaciones en las que se puede dar esta excitación sexual no deseada. Es más común de lo que se cree que procedimientos ginecológicos por estrés y miedo de un procesos desconocido, se presente lubricación para anticipar y disminuir el dolor o incomodidad.

¿Pueden existir otros problemas involuntarios diferentes a los orgasmos?

Existen otros casos aún más extremos como la excitación genital persistente.

Que sería una excitación que puede está iniciada por un contexto normal como, ver una película erótica o porno, leer una novela erótica, o tener una estimulación por un contacto físico, sin embargo, esta excitación es excesiva en cuanto al tiempo y se vuelve no deseada, que puede durar horas, días o meses y los orgasmos se pueden producen uno tras otro, lo cual altera de forma evidente el tener una vida normal.

¿Cómo se puede tratar esto?

A pesar de que no existe un tratamiento concreto para el síndrome de la excitación sexual persistente, se propone iniciar todo pidiendo ayuda profesional y acudir al médico para que, a través de las pruebas oportunas, se pueda identificar la causa concreta y tratarla.

En muchas ocasiones el tener tan solo el diagnóstico y reconocer el problema puede ayudar a disminuir su recurrencia.

La terapia sexual es, en principio el tratamiento básico que se debe combinar con la psicoterapia cognitivo-conductual.

La fisioterapia, técnicas de relajación, la autoestimulación, el uso de anestésicos locales y determinados fármacos para ansiedad y estrés también pueden ser de gran utilidad para tratar este síndrome o reducir la aparición de los síntomas.

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Conclusión

Es infrecuentes esta tipo de respuesta sexual, pero su presencia debe ser manejada con calma y serenidad, se debe buscar ayuda con profesionales. Porque al final, todo se reduce a tratar una falta de conocimiento sobre nuestra propia respuesta sexual, que no es es ningún ser humano, ni tan sencilla, ni tan básica como se piensa.