Entre las parejas románticas un tema que puede provocar enteras conversaciones es el deseo sexual, tanto así que puede ser un tópico cuando acuden a alguna consultoría o ayuda profesional, especialmente cuando la vida sexual se ha vuelto un problema. Al respecto, un estereotipo o prejuicio que puede existir es que las mujeres sienten menos ganas en comparación a los hombres, ¿qué podemos decir de esto? Que es parcialmente falso.
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Antes de responder sí o no, es necesario decir que falta un sustento biológico que afirme que los hombres sientan mayor deseo sexual que ellas, aunque ambos cuerpos son anatómicamente diferentes, las creencias sobre la libido o ganas están más relacionadas a algo cultural.
Rosemary Basson, psiquiatra y especialista en sexualidad femenina de la University if British Columbia, en el año 2000 descubrió gracias a varias entrevistas con mujeres, mencionan que cuando inician una relación sexual no está presente el deseo, ella denomina esto como eróticamente neutrales. Esto quiere decir que el deseo se va dando a medida que avanza la interacción, pero los hombres dicen que tienen esa necesidad constantemente en el día mientras realizan cualquier actividad.
La especialista da como conclusión algo que nos deja con otra pregunta, si ellas no sienten deseo sexual antes de las relaciones sexuales: ¿por qué deciden tener ese encuentro?
Como ya mencionamos, la razón no está relacionada a algo científico o biológico, ya que, aparentemente, cuando una mujer accede a tener relaciones sexuales su objetivo no es tener un orgasmo, algo que sí pasa con ellos (que constantemente fantasean con cosas que ven en el prono), entonces lo que se dice es que una mujer accede porque quiere intimidad.
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A partir de esta conclusión se puede decir que se cae una regla que era considerada implícita, pues esto demuestra que ellas sí sienten deseo, solo que son más exigentes o lo manifiestan de una manera diferente, por ejemplo, pueden ser más exigentes con las caricias y juegos previos, en comparación a los hombres que pueden estar solo interesados en terminar en sexo lo más pronto posible.
Esto también abre una conversación interesante sobre si ellas experimentan el deseo sexual en la misma o mayor medida que los hombres, aunque depende del desempeño de ellos si las mujeres repiten o no, ya que mientras mayor sea el juego previo y ese nivel de intimidad es algo que hace crecer el deseo durante la interacción sexual.
