Mauro Castillo revela sus reflexiones más profundas sobre la música y la cultura

Mauro Castillo se ha consolidado como uno de los grandes representantes del folclor afrocolombiano a nivel mundial, logrando importantes hitos en los últimos meses, como cantar en la Casa Blanca y en la Universidad de Princeton. Sin embargo, su mensaje va más allá de la música, abarcando temas ecológicos, económicos y de gobernanza.

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El vallecaucano, quien también es recordado por haber sido la voz de Félix en la película “Encanto” de Disney, ha estado nominado en dos ocasiones al Grammy Latino. Además, ha destacado en la pantalla chica al interpretar a Wilson Manyoma en la telenovela “El Joe, la leyenda”.

“Tenemos la necesidad de educar”

Mauro Castillo está trabajando arduamente en nuevos proyectos y continúa esforzándose por llevar su mensaje a diferentes lugares del mundo. En una entrevista con la Revista Cromos, abordó muchos de estos aspectos.

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¿Cómo fue su presentación en la Universidad de Princetown?

• “Es una gran oportunidad para hablar un poco más acerca de lo que somos como nación, nuestra cultura. Es muy especial sentir el interés del mundo hacia una región que crece a pasos agigantados. Hemos mantenido este valor y ahora está dando frutos, no solo en el aporte hacia la cultura mundial, sino también en el retorno de las inversiones. Esto, por supuesto, genera aún más interés, ¿no crees? Es un honor para mí poder compartir más acerca de lo que nos define, de lo que estamos hechos en términos culturales, y cómo la cultura nos une de manera especial”.

¿Cuáles son los comentarios más frecuentes que recibe en este tipo de eventos?

• “Han ocurrido eventos muy significativos, ya que, como bien sabemos, algunos referentes representan solo un pequeño porcentaje de nuestra población. Sin embargo, somos mucho más que eso, y producciones recientes han tomado el trabajo de investigar más acerca de nuestras culturas, como en “Encanto” en el que tuve la fortuna de interpretar a Félix y todo lo que rodea a “No se habla de Bruno” y el cuento. Esto provoca que la gente tenga una visión distinta de la familia y que las nuevas generaciones estén más pendientes de lo que se hace aquí”.

¿En cuánto a la cultura y aquellos que hacen música, cuál es su análisis con respecto a las propuestas que surgen?

• “Tenemos la necesidad de educar para que realmente haya mucha gente haciendo arte de calidad y que sepa cómo conectarlo con la industria, ya que todas las formas de arte de alguna manera son comerciales. Hablando específicamente de la música, todas son comerciales en el sentido de que se consideran como productos que pueden ser consumidos y apreciados por el público. Por lo tanto, es importante que quienes crean arte estén abiertos a que alguien les diga: “¡Oye, quiero escucharte! ¡Quiero que vengas a tocar!”. Esto se convierte entonces en un ejercicio comercial”.

¿Cuál es su posición sobre el cambio de las dinámicas, la industria musical y la globalización?

• “Para mí, es más importante animar a aquellos que hacen otros tipos de música a que no se queden quietos. A veces, cuando hay un fenómeno particular, como el reggaetón, por ejemplo, las personas que no lo disfrutan o sienten que podrían hacer otro tipo de música simplemente se desaniman. Piensan que lo único que se está valorando es eso, y por eso no comparten su contenido o no expresan sus opiniones. Esto crea una especie de espiral de silencio que también afecta a la sociedad en general, especialmente en temas políticos. Mi consejo sería no formar parte de esa espiral y seguir hablando de nuestra música, de lo que sentimos y de lo que nos mueve”.

¿Cómo fue para usted presentarse en La Casa Blanca?

• “Es algo histórico, como cuando Princeton o los Oscar. Me siento muy agradecido con la vida, con Dios, con el universo. Alguien alguna vez me dijo que era como la aguja que llevaba el hilo, y espero que alguien más traiga ese hilo. No quiero ser el único, porque tenemos muchas cosas para mostrar, y son de diferentes disciplinas del arte. Incluso desde mi perspectiva, hay mucha gente que quiere hacerlo y hacerlo bien”.

¿Qué fue lo que más lo sorprendió luego del impacto de la película Encanto?

• “Es una fortuna poder compartir más sobre mi país y la cultura latina. Siempre sentí que era importante en cada paso dado y ahora es un sueño hecho realidad. Esto no solo es significativo para mí personalmente, sino también para nuestra cultura en general. Estar en lugares donde no es tan común, donde no siempre se nos permite estar, donde mucha gente no ha tenido la oportunidad de destacar, donde prácticamente no existimos para ciertos sectores de la industria y el entretenimiento, es realmente un logro”.