Paula Andrea Betancur Arroyave, nacida en Medellín, es una exreina de belleza y empresaria. Su nombre es reconocido a nivel nacional e internacional por su participación en el Concurso Nacional de Belleza de Colombia 1992, donde fue coronada como Señorita Colombia.
Posteriormente en Miss Universo 1993, donde ocupó el segundo lugar como Virreina Universal. Su paso por el mundo de las reinas de belleza le abrió las puertas a una exitosa carrera en la televisión, participando en diferentes programas como El Desafío.
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Más allá de su belleza física, Paula Andrea se ha destacado por su instinto maternal y por ser muy apegada a su familia. Incluso, recientemente lloró al explicar que su hija menor, Fátima, había llegado como un “milagro”. ¿Por qué? Acá te contamos lo que dijo.
Paula Andrea Betancur está casada con Luis Miguel Zabaleta Jiménez.
¿Qué pasó con Paula Andrea Betancur?
Paula Andrea ha demostrado ser una de las mujeres más resilientes de Colombia. La modelo ha probado que ante las adversidades ha sido la fe la que la ha mantenido en pie y por supuesto el apoyo de su familia.
Uno de los episodios más conmovedores de su vida tiene que ver con el nacimiento de última hija, Fátima. Esto, porque requirió de un “milagro” para poder concebirla pues se encontraba en una edad avanzada cuando decidió tenerla.
Después de 10 años de su divorcio con Juan Carlos Villegas, Betancur comenzó una relación con el dermatólogo Luis Miguel Zabaleta Jiménez y en 2018, contrajeron matrimonio. Un año después, producto de su amor, nació Fátima. Sin embargo, no fue un proceso fácil.
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En una entrevista que concedió a La Red de Caracol Televisión la colombiana indicó que fue un intervalo de tiempo en el que se tuvo que someter a diversos tratamientos y a las palabras de los médicos que le expresaban que no podría tener hijos nuevamente.
A pesar de ello, nunca perdió la fe y estuvo siempre en búsqueda de aquello que anhelaba. Por ello, cada 20 días le hacían una “aspiración de óvulos, porque la idea era tener muchos óvulos para congelar y pues así progresivamente íbamos embarazándonos”.
Al poco tiempo, el médico indicó que no era “genéticamente viable” que quedara embarazada, lo que ocasionó un profundo dolor en Paula Andrea. Eso sí, sin rendirse, buscó nuevas opiniones y se aferró a sus creencias a Dios.
“Buscamos otro centro y así nos la pasamos. Nunca perdimos la fe, yo hacía ayunos, íbamos a misa, yo iba a misa todos los días”, recordó con la voz entrecortada.
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Una mañana, aquejada por un malestar físico considerable, Betancur tomó la decisión de contactar a su médico de cabecera para explicarle su situación. El doctor, tras escucharla con atención, le mencionó que solo dos posibilidades podían explicar sus síntomas: un embarazo o el inicio de una depresión profunda.
Tras hacerse varias pruebas, se dio cuenta que, efectivamente, estaba esperando una niña “absolutamente sana”. “Fátima es una bendición porque ahí está demostrado que la misericordia de Dios es grande, los milagros existen cuando tenemos fe y creemos en él”, dijo la exreina.
