Más que una simple maleza, el diente de león es un tesoro de beneficios para la salud. Sus hojas, flores y raíces albergan una gran cantidad de vitaminas, minerales y antioxidantes que lo convierten en un aliado natural para nuestro bienestar.
El portal especializado Mejor con salud ha explicado que entre los beneficios que se le otorgan a esta planta están:
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- Un aliado digestivo: estimula la producción de bilis, facilitando la digestión de las grasas. También ayuda a combatir la acidez estomacal, la flatulencia y el estreñimiento.
El diente de león puede ser de gran ayuda para el organismo.
- Un depurador natural: su acción diurética ayuda a eliminar toxinas del cuerpo, previniendo la formación de cálculos renales y mejorando la función del hígado.
- Un refuerzo para el sistema inmunológico: su alto contenido en vitamina C y betacaroteno fortalece las defensas del organismo, combatiendo infecciones y enfermedades.
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Cabe resaltar que antes de aprovechar los beneficios de esta planta a través de tés o infusiones, se debe consultar con un especialista de la salud para evitar contraindicaciones en el organismo.
¿Cómo hacer agua de diente de león?
Ingredientes
- 1-2 cucharaditas de hojas y/o raíces de diente de león secas o frescas.
- 1 taza de agua (250 ml).
- Miel o limón al gusto (opcional).
Preparación de una infusión de diente de león
Paso 1
Hierve el agua en una olla.
Paso 2
Añade las hojas y/o raíces de diente de león al agua hirviendo.
Paso 3
Apaga el fuego y cubrir la olla.
Paso 4
Deja reposar la infusión durante 10 o 15 minutos.
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Paso 5
Cola la infusión y sirve caliente.
Si deseas, puedes endulzar la infusión con miel o añadir un poco de jugo de limón para darle un toque más ácido.
Ten en cuenta que para esta preparación puedes utilizar hojas o raíces de diente de león frescas o secas. Si son estas últimas, asegúrate de lavarlas bien antes de preparar esta receta.